BARAKA una reflexión sobre la película
Como ejercicio inicial del curso de Introducción a la Arquitectura, vimos la película Baraka. La misma usa como punto focal la cultura de los diferentes países, territorios y continentes del mundo entero. En sí, la película nos enseña a apreciar los diferentes países que nos rodean. Podemos observar como la apreciación a la naturaleza también es un gran factor que define muchas de las culturas que presenta la película. Sin embargo, esta película nos lleva más allá de lo que es la cultura de los diferentes países a nuestro alrededor; nos permite lograr entender cómo las culturas son influenciadas. Al ver esta película tenemos que tener en cuenta que cada cultura envuelve un conjunto de factores muy importantes, empezando por la religión y las creencias espirituales. De tal manera, vemos como las personas de los diferentes territorios actúan de cierta manera, practican sus propias creencias y tienen un estilo de vida diferente a los demás. Dado a esto, también vemos cómo gana un valor espiritual la apreciación de aquello que se encuentra a nuestro alrededor más allá de la naturaleza, como edificios y estructuras. Es por la misma razón que vemos cómo la arquitectura y las estructuras varían en estilo dependiendo de la gente que los rodea. Como por ejemplo, la tribu africana presentada, que aún siendo una civilización con pocos avances tecnológicos, se definen gracias a sus prácticas espirituales y las extrañas estructuras circulares en las que ellos habitan. Si comparamos estas estructuras circulares con las de un país con más avances tecnológicos, vemos cómo la arquitectura cambia. Por lo tanto, la arquitectura sí juega un papel muy importante en la cultura de los diferentes países.
Pero, lamentablemente, dado a los grandes avances tecnológicos en el resto del mundo, la apreciación y el respeto a la naturaleza ya es casi invisible. Normalmente, uno pensaría que estos avances causarían un impacto positivo en la sociedad, pero es irónico ver cómo los mismos han causado tantos problemas. Como podemos ver en algunas fotografías presentadas, el autor quiso romper un poco con la estructura de la película, mostrándonos ciudades grandes como Tokio y la ciudad de Nueva York. Se puede apreciar la arquitectura en escalas muchísimo más grandes, pero la falta de naturaleza y apreciación todavía existe, y este no es el problema más grande. A lo largo de la película nos topamos con situaciones de mayor complejidad, como la desigualdad que todavía existe, a pesar de tantos recursos que hoy en día tenemos. Por ejemplo, el autor quiso mostrarnos algunos de los campos de concentración y algunos de los restos de las personas que fueron víctimas de los mismos, tales como: ropa, calzado y hasta huesos. Esto nos muestra lo que era la desigualdad en tiempos pasados. Volviendo al presente, el autor también nos quiso presentar una escena contemporánea, mostrándonos ambas caras de lo que hoy sigue siendo Brasil. Por un lado, tiene muchos avances tecnológicos y la vida se ve que es cómoda para algunos de sus habitantes, mientras que la otra cara nos revela las famosas favelas habitadas por cientos de familias con pocos recursos y con un estilo de vida casi tercermundista. La situación de Brasil es solo un ejemplo de la desigualdad que todavía existe y de cómo esta sigue vigente en el mundo actual pero de una forma más sutil para que no nos demos cuenta. Estas imágenes que el autor nos presenta, para algunos simplemente son solo imágenes, pero para otros llegan a ser imágenes tan poderosas que nos llevan a cuestionar el estilo de vida que hemos escogido vivir. Nos hace preguntarnos si realmente valió la pena destruir lo que una vez estuvo a nuestro alrededor para alimentar nuestro propio egoísmo.